Francia rompe el alma a la valiente España
FERNANDO LLAMAS (elmundo.es)
MADRID.- El arrojo y la valentía de España no fueron suficientes ante el oficio de Francia, que ganó (1-3) y se enfrentará a Brasil en los cuartos de final anhelados. La profunda pena española se consumó en los últimos minutos. A casa en octavos.
Durante el descanso (1-1), el análisis desde el punto de vista español ya era inquietante. España había distribuido la pelota en el mediocampo, obviándosela a Francia, pero con escasez de

los tremendos centrales. Los laterales rojos se frenaban, David Villa quedó acorralado las más de las veces por Willy Sagnol, mientras Raúl González zascandileaba en su tierra de nadie.
Las dificultades habían ido 'in crescendo'. Tras el penalti de Lilliam Thuram a Pablo Ibáñez y su conversión en gol por David Villa -disparo duro, raso rozando el palo y esterilizando la estirada de Fabien Barthez- los franceses avisaron tres veces. Y a la cuarta, el banderín del linier no se levantó como en las anteriores, señalando la posición incorrecta de Thierry Henry.
Sí. Al cuarto pase adelantado, puñalada 'franchute'. Vieira lanzó el balón desde el círculo central a
su derecha, donde se desdoblaba Frank Ribéry, tras la espalda de Carles Puyol. Campo libre para el marsellés, regate seco a Iker Casillas y empate cuatro minutos antes del intervalo. Mal rollo: castigo a la valentía española y a su defensa tan adelantada.
Francia jugó a lo suyo, pero en las antípodas de su horrible expresión en los dos primeros partidos de su grupo previo. España le facilitó el trabajo, porque su posesión de balón no estuvo acompañada de rapidez en el movimiento de balón y poco a poco el binomio Patrick Vieira-Claude Makelele le fue comiendo la moral a los 'Javis' ibéricos. Y la impronta de Cesc Fábregas se fue difuminando al tiempo que crecía la de Ribéry.
Luis Aragonés no está ciego. Liberó a Cesc. Era preciso quitar a Raúl para conseguirlo y, de paso, enaltecer el trabajo lateral con la velocidad de Joaquín y la picardía de Luis García. España consiguió más fluidez cerca de la portería de Barthez con este cambio, mientras los franceses siguieron nadando sin arriesgar.
A 20 minutos del tiempo reglamentado, España intentó reforzar su cobertura con el músculo de Marcos Senna. Xavi terminaba su actuación más difícil y oscura del Mundial de Alemania. Era necesario recomponerse para evitar que fuera la última. Francia no era mejor, pero leyó el partido en una versión más práctica. Resolvió casi definitivamente, a balón parado. Una falta inventada llevó el balón a la cabeza de Vieira y su rebote, en la rodilla izquierda de Sergio Ramos.
Zinedine Zidane apareció en el último suspiro -tras un prolongado eclipse- para rematar a su querida España, prolongando al menos tres días más la fecha de su jubilación. Las lágrimas corrían por las mejillas de los futbolistas españoles. La selección valiente, la selección más joven, cayó ante la más veterana. Nada le salió bien a los hombres de rojo, que tendrán más Europeos y Mundiales para resarcirse. Francia no ha matado a una generación de españoles que son capaces de hacer más. Dénles otra oportunidad.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Portada